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Conocer cuál es el hábitat disponible para las poblaciones de yaguareté es fundamental para estimar el tamaño de la población y conocer su viabilidad a largo plazo. Es muy importante además para poder implementar medidas de manejo para sostener a las poblaciones, conectarlas y mejorar sus posibilidades de supervivencia. En el Proyecto Yaguareté trabajamos a diferentes escalas, evaluando el hábitat disponible, por un lado, a nivel regional, observando dónde aún existe hábitat para esta especie y en qué estado se encuentra, y por el otro a escala local, observando el movimiento de los individuos en el paisaje. Estas líneas de trabajo se encuentran más desarrolladas en la población de la Selva Paranaense, mientras que en el Chaco contamos con considerable información de base para comenzar evaluaciones más profundas.
Utilizando los datos de presencia del yaguareté a lo largo de nuestras áreas de estudio (que surgen por ejemplo del Monitoreo de la Red de colaboradores), los combinamos con Sistemas de Información Geográfica (SIG) e imágenes satelitales para generar lo que llamamos modelos de hábitat. Estos modelos nos permiten conocer cómo y dónde se encuentra el hábitat disponible para esta especie y qué medidas son importantes tomar para conservarlo a nivel regional. Utilizamos herramientas avanzadas de análisis geoespacial para determinar las áreas críticas que sirven como corredores para esta especie en la región y delinear acciones de manejo para asegurar o mejorar las condiciones del hábitat para el yaguareté en estas regiones.
Para tomar medidas más específicas a nivel local para conservar el hábitat del yaguareté es importante conocer en detalle cómo seleccionan el hábitat, los jaguares y por ejemplo, cómo se comportan ante la diversidad de acciones que hace el hombre en el paisaje que estos animales transitan (por ejemplo, rutas, actividades productivas, etc.). Para ello, desde el Proyecto Yaguareté estamos trabajando con el monitoreo de individuos utilizando collares satelitales, que les colocamos a los jaguares para seguir en detalle sus movimientos diarios. Esto nos permite conocer sus recorridos específicos, las distancias que se mueven, el tamaño de sus territorios, los horarios de actividad, entre otras muchas informaciones sumamente valiosas.
En Proyecto Yaguareté desarrollamos modelos de hábitat para conocer más en detalle las características del paisaje donde el jaguar habita.
Con la información que hemos colectado hasta el momento (Ver Página del Grupo de Colaboradores), hemos desarrollado lo que técnicamente se llaman “modelos de hábitat”. Básicamente, lo que hacemos es observar en detalle las características del paisaje en los sitios donde fueron encontrados los registros de presencia de cada especie, y luego mediante modelos matemáticos se observa en toda la región cuáles son los sitios que tienen características similares a estos puntos, por lo tanto, conocer qué regiones fuera de las ya conocidas tienen alta probabilidad de contar con la presencia de cada especie.
Gracias a estos modelos de hábitat conocemos que la persistencia del yaguareté demostró estar determinada tanto por las condiciones actuales como históricas de la fragmentación del bosque, junto con las características de los usos de la tierra que lo rodean. Las presiones humanas (acceso, protección, densidad de población) también son determinantes en la presencia del jaguar y determinan que solo las áreas con menores presiones son las que permanecen como aptas para esta especie.
Cuando trasladamos estos resultados a un mapa de aptitud del hábitat, vimos que menos del 10% del paisaje actual de la Selva Paranaense mantiene condiciones aptas para la especie (solamente unos 20.000 km²) y estas áreas se distribuyen en al menos cinco poblaciones aisladas. Una de ellas es la del Corredor Verde de Argentina y Brasil, que a su vez se divide en varios bloques. Pudimos detectar con este modelo las áreas prioritarias para implementar medidas de manejo del paisaje (restauración, conexión, áreas de amortiguamiento) y la reducción de presiones humanas (medidas de mitigación y protección). Con este mapa creamos el “Paisaje de conservación del Yaguareté” para el Plan de Acción.
Ahora que contamos con este mapa que representa el paisaje de conservación del yaguareté, nos estamos enfocando en conocer en mayor detalle la situación de las áreas de mayor importancia para la conservación de la especie. Por ello, estamos trabajando en conocer cuál es la situación de los corredores principales para la especie en el Corredor Verde, analizando imágenes de satélite que nos permiten conocer los diferentes usos de la tierra que separan los fragmentos de selva que podrían permitir o no que los jaguares se muevan desde un sitio a otro en la región.
Julia Martínez es bióloga y realizó su Maestría en Manejo de Vida Silvestre en la Universidad de Córdoba. Con la supervisión del Dr. Carlos De Angelo, ella llevó adelante la tarea de revisar y analizar imágenes de satélite de los diferentes corredores. Además, Julia recorre los corredores para constatar lo observado en las imágenes satelitales con datos del terreno. La información que Julia generó es fundamental para la planificación en la utilización del territorio en estas áreas críticas para la conservación del yaguareté en la región.